jueves, 8 de diciembre de 2016

MUSEO DE HISTORIA PRECOLOMBINA CASA DEL ALABADO

MUSEO DE HISTORIA PRECOLOMBINA CASA DEL ALABADO

Esta casa del siglo XVII fue construida siguiendo combinando lo hispano con lo aborigen y el protagonismo de las técnicas indígenas en la arquitectura del nuevo mundo.
La Casa del Alabado se construyó entre las plazas de San Francisco y Santa Clara. Originalmente, la casa contaba con seis patios, siguiendo el patrón clásico de la casa colonial española. El lugar sirvió como residencia, como espacio de bodega, como molino y como locales comerciales en algún punto de su historia.
En la década de los 2000, la casa pasó a manos de los fundadores del Museo, quienes iniciaron un arduo proceso de restauración que tomaría aproximadamente 5 años. Se procuró utilizar el mismo tipo de material y técnicas constructivas que los implementados originalmente, para así conservar la esencia de la edificación lo mejor posible. El proceso de restauración y montaje terminó en 2010, año en que el museo abrió sus puertas al público por primera vez.
En el museo de arte precolombino Casa del Alabado podemos encontrar una vasta colección de piezas artísticas de antiguas culturas de nuestro continente, mayoritariamente de culturas que se encontraban en el Ecuador, ya sean talladas en piedra, cerámica u otros materiales. El recorrido por el museo es un recorrido a través de la historia del Ecuador en la época precolombina desde sus inicios hasta parte del final. Sin duda es un recorrido muy interesante y curioso, que puede despertar la curiosidad de los visitantes por conocer más acerca de cada cultura ya que el museo no se centra en describir a las culturas a las que pertenecen las piezas, si no solo las expone y con breves carteles nos indica cuál era el propósito de algunas y a qué cultura pertenece.

El recorrido empieza en la sala llamada “El mundo primordial” y antes de ingresar a la sala podemos ver una de las piezas más comunes de la cultura manteña (foto 1). En la primera sala podemos ver figuras relacionadas con el flujo de la fuerza vital, representaban el crecimiento de las plantas, el poder de los animales mágicos, la fuerza de la mano del hombre y el milagro de la reproducción. Todos estos temas eran representados en forma de volutas, espirales o laberintos ya que se trataba de simbolizar el movimiento continuo del mundo viviente como un ciclo eterno en el que se nace, se muere y se vuelve a nacer.

Continuando el recorrido llegamos a la sala “El mundo de los materiales” en la que podemos encontrar los diferentes materiales y técnicas utilizadas por las diferentes culturas para elaborar los objetos, ya sea con motivo artístico, simbólico o para los rituales. Los principales materiales trabajados en la época precolombina eran piedra, arcilla, madera, hueso, concha, textiles de lana de varios animales y algodón, oro, plata, cobre, platino y aleaciones entre estos metales. Cada material tenía un valor simbólico diferente y de esto dependía su uso.
Mediante un proceso de fuerza espiritual los maestros de profundos saberes, visión artística y gran destreza artesanal transformaban los elementos que les proveía la naturaleza en objetos de uso cotidiano, artístico o para rituales. Esta transformación servía de metáfora del ciclo vital, las semillas se convierten en plantas, los muertos en ancestros. Toda la naturaleza cambia y el hombre transforma con sus manos los elementos que esta le proporciona. El arte de la transformación de los materiales fue una actividad sumamente espiritual, los diversos materiales se convirtieron en elementos culturales que facilitaron la vida humana y que la enriquecieron espiritualmente.

La siguiente sala que nos encontramos es “Los mundos paralelos” en donde se muestra el estudio del cosmos por parte de las culturas aborígenes. En la cosmovisión indígena americana el cosmos está divido en tres mundos paralelo: el supramundo de ancestros y espíritus buenos, el inframundo de espíritus malos y el terrenal que es el mundo que se encuentra en la mitad, donde habitan plantas, animales y los seres humanos. Muchos de los rituales y objetos de los que se pueden encontrar en la exposición promovían la comunicación entre los dos mundos y mantiene el flujo de energía vital, el equilibrio de la naturaleza y la continuidad de la vida. Además se refleja la estructura dual del universo, las fuerzas opuestas y complementarias como el día y la noche, lo masculino y femenino, la vida y la muerte. Es por eso que en esta sala también se explora la fertilidad y la abundancia.

La siguiente sala que nos encontramos en el recorrido es “El eje del mundo” en dónde se retrata la antigua creencia indígena de que existía un conducto de comunicación entre los mundos paralelos llamado axis mundi. El chamán era el encargado de establecer la conexión entre su comunidad y los otros mundos. Un claro ejemplo del axis mundi es el árbol de la vida ya que tiene sus raíces en el inframundo, atraviesa nuestro mundo para desplegar sus ramas en el supramundo.
Los portales que los chamánes usaban eran tumbas, lagunas, manantiales, cavernas, espejos, troncos de árboles y huecos en la tierra. En esta sala al centrarse en los chamanes podemos encontrar figuras representativas de ellos en posturas verticales y de ritos entre otros elementos simbólicos.

La siguiente sala continúa con el tema de los chamanes, se llama “El mundo espiritual del chamán”. Los chamanes eran depositarios de conocimientos milenarios de sus pueblos, se encargaban de los rituales necesarios para el bienestar común. El chamán se comunicaba con espíritus poderosos y emprendía viajes espirituales al inframundo en sus rituales. El chamán debía someterse a largos procesos de preparación para estar listo para participar en el ritual, además para la realización del ritual usaba indumentaria protectora como tocados radiantes, ornamentos de diversos materiales entre ellos el metal, pintura roja y tatuajes corporales. Su gran conocimiento de las plantas hacía que preparen mezclas estimulantes y en algunos casos alucinógenas, las cuales se usaban en variados rituales de carácter agrícola, bélico, o funeral. Los chamanes al tener que enfrentarse a los espíritus de los mundos paralelos también eran considerados guerreros.

La penúltima sala que nos encontramos era “El mundo de las élites”. Aquí encontrábamos en su mayor parte la indumentaria que utilizaba la élite de la comunidad. Ellos eran los encargados del manejo del poder y el liderazgo. Se adornaban con objetos elaborados con oro y otros metales, piedras semi-preciosas y espóndylus. En los rituales realizados por la élite se realizaban sacrificios y ofrecían prisioneros de guerra a los espíritus. La estrategia social de la élite abarcaba el mantenimiento de la comunicación con los ancestros y el manejo de otros poderes en los mundos paralelos, la construcción de vínculos de parentesco y la creación de dependencias políticas en el mundo terrenal.

La última sala del recorrido es “El mundo del arte” aquí se encuentra la selección de las piezas más hermosas o simbólicas de toda la colección del museo La casa del Alabado. Detrás de esta sala se encuentra un jardín de forma vertical. Esta sala es el espacio donde más se representa la intención artística de las figuras que elaboraban las culturas precolombinas ya que las demás salas se encuentran orientadas hacia la intención espiritual de las figuras.

El museo en la antigüedad contaba con seis patios de los cuales se conservan varios, y dos de ellos constan como parte del recorrido cerca del final del mismo.
FOTOGRAFÍAS:
1. El mundo primordial








2. El mundo de los materiales





3. Los mundos paralelos







4. El mundo espiritual del chamán






5. El mundo de las élites





6. El mundo del arte




7. Otros lugares en el museo



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